La renovación de la mente según la Palabra de Dios es un proceso constante, no instantáneo, que Dios perfecciona día a día y nunca deja incompleto. Al enfrentar luchas y pensamientos difíciles, la clave no está en la fuerza de voluntad, sino en la constancia espiritual y la repetición diaria de la Palabra . Cada día, alimentar la mente con las verdades de Dios transforma nuestras creencias y, finalmente, nuestra vida .
Vivimos en una sociedad dominada por la mentira, donde políticos y figuras públicas mienten sin pudor ni consecuencias.
La falsedad destruye la confianza y amenaza los fundamentos de una nación como España.
Frente a esto, se necesitan personas íntegras, veraces y firmes, cuyo testimonio pueda restaurar la verdad y la esperanza.
El mayor conocimiento que un creyente puede buscar es la comprensión de Dios en toda su grandeza.
Pensar en Dios humilla el orgullo, ennoblece la mente y eleva el alma.
La meditación constante en Dios trae consuelo, paz y fortaleza en medio de la prueba.
El verdadero servicio a Dios nace del amor, no de la obligación. Sin amor, todo esfuerzo pierde su valor. El mandamiento principal de Dios es amarle a Él y al prójimo, ya que el amor es el fundamento de la vida cristiana. Vuelve a tu primer amor.
Nuestros pensamientos orgullosos y argumentos humanos pueden oponerse a Dios. Somos llamados a someter la mente a la obediencia de Cristo, dejando atrás la autosuficiencia. La humildad, el perdón y la obediencia son claves para alinearnos con Su voluntad.
