Empezando a Construir

Empezando a Construir

Nuestros pensamientos orgullosos y argumentos humanos pueden oponerse a Dios. Somos llamados a someter la mente a la obediencia de Cristo, dejando atrás la autosuficiencia. La humildad, el perdón y la obediencia son claves para alinearnos con Su voluntad.

Llena tu mente de la Palabra

Llena tu mente de la Palabra

Aunque deseamos cambios inmediatos, la transformación de la mente es un proceso continuo que Dios perfecciona cada día. No se trata de fuerza de voluntad, sino de alimentar la mente con la Palabra de Dios. Lo que creemos da forma a nuestra vida, y eso comienza con lo que decidimos pensar cada día..

Semillas que dan fruto

Semillas que dan fruto

Las lluvias hacen brotar semillas incluso en lugares difíciles, recordándonos que debemos sembrar el evangelio con fe. Así como Jesús dio su vida para dar fruto, nosotros también somos llamados a morir a nosotros mismos para crecer espiritualmente. Al hacerlo, daremos fruto que glorifica a Dios y vida eterna para otros.

Una Obediencia Amorosa

Una Obediencia Amorosa

Dios espera de nosotros una obediencia que brota del amor, no del temor. Su mandamiento central es creer en Jesús y amar a los demás. Nuestra obediencia amorosa abre puertas celestiales y mueve el corazón de Dios, quien siempre responde.

Oír y Obedecer

Oír y Obedecer

Así como las ovejas reconocen y obedecen la voz de su pastor, los creyentes están llamados a escuchar y seguir la voz de Dios. Aunque obedecer no siempre es fácil, hacerlo trae bendición, paz y dirección divina. No se requiere perfección, sino un corazón dispuesto a rendirse cada día a Su voluntad.

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